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¿Tú crees que las chicas que ves en las portadas de las revistas, en la publicidad y en las fotos son tan perfectas como se ven? Si tu respuesta fue afirmativa, eres un ángel inocente. No existe publicación que no ocupe esas mágicas herramientas tecnológicas, como photoshop, que con un par de clic te dejan sin manchas, libre de arrugas, con pechos turgentes y traseros de selección.
Nada de lo que ves es completamente cierto. Estas intervenciones casi “inocentes” están en todos lados.
Y ni hablar de las portadas de las revistas de papel couché, donde hemos visto actrices en la cincuentena que en la entrevista hablan del orgullo de su experiencia, de sus manos curtidas y del valor de los años y sus fotos las hacen ver perfectas y jóvenes.
Esto, que nos parece tan común, que está en todos lados y que pareciera inocuo, sólo como una ‘inocente’ estrategia, tiene un trasfondo no menor y con un impacto directo al corazón de nosotras y nuestra forma de mirarnos.
Consumimos diariamente altas dosis de imágenes que lo único que hacen es recalcarnos que la mujer completa es aquella que es siempre bella, delgada y sobre todo joven ¿Qué nos pasa? Nos convertimos en mujeres obsesionadas por una juventud eterna, angustiadas por el paso natural de los años y sus huellas, olvidándonos de otros valores esenciales para ser feliz.
¿Qué podemos hacer?
El psicólogo clínico, escritor y docente Marco Antonio de la Parra, aconseja tener abrir los ojos y cuidarse de no convertirnos en esclavas de esta sobrevaloración de la juventud “Las mujeres sufren tanto con esto que terminan enfermándose la anorexia nerviosa es uno de muchos males que hoy las mujeres padecen por este tipo de cargas”
Asimismo, llama a todas a tener un rol más activo cuando nos enfrentamos a este tipo de mentiras. “Hay que buscar publicaciones que sepan trabajar la verdad del rostro, ahí hay una labor comunicacional pendiente… ese otro estilo, hay que demandarlo”.
Asimismo, el experto comenta que “Hay que hacer un llamado a generar campañas de rostros que sepan mostrar la natural maduración” para ser capaces de valorar desde otra perspectiva la belleza de la madurez. “Hoy se pierde un cierto tipo de belleza”
Fuente: terra
by k@ri
